Las vacunas eran muy importantes cuando éramos niños: ¡nuestros padres no nos permitían salvarnos de ninguna!

Cuando fuimos padres, nos ocupábamos de cumplir sin demora el calendario de vacunación de los niños, y era una de los primeros temas que tratábamos con el pediatra cuando los llevábamos a consulta.

Pasó el tiempo, los niños se hicieron adultos y pasaron a ocuparse ellos mismos de su salud. Pero las vacunas pasaron a segundo plano y sólo las tenemos en cuenta si padecemos una condición crónica como diabetes o enfermedad cardíaca. En ese caso las vacunas son imprescindibles toda la vida.

Desde los 50 – 60 años hay que ocuparse de las vacunas otra vez. Es que el sistema inmunológico se debilita y ya no podemos “darnos el lujo” de contraer ciertos virus o bacterias sin correr riesgos.  Es que en adultos mayores la acción recomendada es siempre prevenir las infecciones, y las vacunas son unos de los medios más eficaces hasta el momento.

En general, lo que se busca prevenir con vacunas para adultos mayores son las infecciones respiratorias, principalmente la gripe (influenza) y las neumonías neumocócicas (bacterianas).

Al inicio del otoño, entre marzo y abril, es el momento indicado para pensar en las vacunas. Algunas pueden ponerse durante todo el año, pero como el invierno es la época donde hay más infecciones respiratorias, éste es el momento indicado para prevenirlas.

Algunas vacunas son obligatorias: son parte del Programa Nacional de Inmunizaciones y usted puede concurrir a cualquier vacunatorio donde se las aplicarán sin costo.

Otras vacunas son obligatorias sólo para ciertos grupos de riesgo, entre los que se encuentran adultos de cualquier edad con enfermedades crónicas o inmunodeprimidos. Y otras vacunas pueden ser sugeridas por el médico al adulto mayor. En ese caso se consiguen en la farmacia y el costo es asumido por el seguro de salud o prepago.

Veamos cuáles son:

VACUNAS OBLIGATORIAS PARA ADULTOS MAYORES DE 65 AÑOS:

Cada año el Ministerio de Salud de Chile publica el Calendario de Vacunaciones que, excepto que ocurra alguna epidemia mundial o local, es siempre muy semejante. En este calendario se especifican las vacunas que los ciudadanos de todas las edades deben aplicarse y son gratuitas.

Esta es la vacuna que es obligatoria en adultos mayores de 65 años (o 60 años, según consideración de su médico), y en las personas de cualquier edad con infecciones crónicas o con bajas defensas (inmunosuprimidos).

El neumococo (Streptococcus pneumoniae) es una bacteria que se transmite por secreciones respiratorias (tos, estornudos) y que produce neumonía, sinusitis, otitis media y meningitis, con complicaciones graves. Cuando el neumococo pasa a la sangre puede producir bacteriemias o sepsis que pueden ser mortales.

La vacuna está preparada para un grupo de neumococos, ya que hay más de 100 bacterias de la “misma familia” (serotipo), y cada año, según la región del mundo, prevalecen algunos serotipos sobre otros.

Hay dos tipos de vacunas contra el neumococo:

  • La conjugada, conocida también como VNC13, que tiene eficacia contra los neumococos más frecuentes y que debe colocarse cada año.
  • La polisacárida, o VNC23, que cubre contra un grupo más grande de neumococos y que se indica cada 5 años.

El médico es el que indica qué vacuna debe aplicarse ese año cada paciente, así que es mejor consultar antes de la llegada del otoño y con la receta acudir a cualquier vacunatorio para la aplicación gratis.

Hay que recordar que ninguna vacuna es 100% efectiva, por lo que la prevención de las enfermedades respiratorias en invierno sigue siendo siempre la mejor manera de evitar enfermarse.

VACUNAS SUGERIDAS PARA ADULTOS MAYORES DE 65 AÑOS

Son las vacunas para adultos mayores que no están incluidas en el calendario oficial del Ministerio de Salud, sino que son sugeridas por el médico en forma personalizada a cada paciente.

VACUNA CONTRA LA GRIPE O INFLUENZA

La gripe es una enfermedad estacional (invierno) producida en los seres humanos por 2 tipos de virus: el A y el B.

Estos virus se transmiten por pequeñas gotitas de las vías respiratorias al hablar, toser, estornudar y en menor medida, por pañuelos y objetos que tocamos con las manos que contienen esas gotitas.

Algunas personas pueden infectarse y no tener síntomas tan claros, lo que no disminuye la gravedad de la infección.

Los síntomas de la gripe son:

  • Fiebre, calofríos, cefalea
  • Tos, dolor faríngeo
  • Congestión nasal o coriza
  • Dolor muscular, fatiga(cansancio)
  • Vómitos y diarrea

Puede complicarse a neumonías graves, Síndrome de Reye, encefalopatías, infecciones cardíacas (miocarditis y pericarditis). Los adultos mayores y los niños pueden tener complicaciones graves que pongan en riesgo su vida.

Hay 2 tipos de vacunas contra la gripe:

  • Contra el virus A: Este virus tiene la capacidad de cambiar (mutar) continuamente su estructura, por lo que la composición de la vacuna cada año es diferente. En América del Sur, los laboratorios fabrican la vacuna contra el virus que prevalece en el invierno anterior del hemisferio norte. A veces ocurren pandemias (epidemia que se extiende a muchos países) porque el virus ha mutado a una estructura nueva. En este caso la población no está inmunizada y ocurren muchos casos de gripe A.
  • Contra el virus B: este virus cambia con mucha menos frecuencia que el anterior, es más raro y no tan agresivo, pero se incluye en el esquema de vacunación.

Actualmente las vacunas contra la gripe o influenza A y B pueden administrarse por separado o en una sola vacuna que protege contra los dos virus.  Las personas mayores de 65 años deben administrarse las vacunas contra la gripe cada año en marzo o abril.

Las personas inmunodeprimidas o con enfermedades crónicas, los niños de 6 meses a 6 años y las embarazadas de más de 13 semanas de gestación también deben vacunarse una vez al año.

VACUNA CONTRA EL HERPES ZÓSTER

Aunque la varicela es una enfermedad benigna, el virus herpes zóster que la produce puede permanecer en nuestras células nerviosas por muchos años. De hecho, lo hace en la mayoría de las personas.

Cuando envejecemos o ante enfermedades crónicas nuestro sistema inmune es menos eficiente. Entonces este virus puede reactivarse, lo que ocurre sólo en un 15% de las personas, causando manifestaciones clínicas. El virus viaja hasta la piel donde puede producir ampollas, picazón, cosquilleo y dolor intenso en estas lesiones, generalmente siempre en la misma zona.

También puede provocar neumonía y encefalitis.

Cuando el virus herpes zóster se reactiva, en el recorrido del nervio donde está alojado, puede producir un intenso dolor a veces insoportable. Esta condición disminuye la movilidad y la calidad de vida de la persona, por lo que se recomienda vacunarse.

La vacuna contra el virus herpes zóster está indicada en los adultos mayores de 50 años y se puede aplicar durante todo el año, pero una vez vacunado, la inmunización dura toda la vida.

Fuentes:

Red clínica

Ministerio de Salud de Chile

Enfermedades infecciosas

NeumoSur

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