El asma es una enfermedad crónica inflamatoria que afecta las vías respiratorias. Esa inflamación de los bronquios provoca que ante ciertos estímulos (internos o externos) se estrechen provocando un menor flujo de aire, con tos, sibilancia, agitación o dolor de pecho.

Es muy común escuchar en la consulta médica la pregunta ¿puedo hacer ejercicio?

La respuesta es que sí. Para mantener un buen estado general de salud y mejorar la calidad de vida, es conveniente que el paciente asmático realice ejercicios o deportes, tomando los recaudos necesarios.

¿Qué es el asma inducida por ejercicio?

Muchas personas asmáticas sufren estos síntomas cuando están haciendo ejercicio físico. Incluso algunos pacientes sólo padecen la crisis asmática cuando están haciendo deporte, gimnasia o algún otro ejercicio. En ese caso, se dice que sufren de “asma inducida por el ejercicio”.

La teoría predominante sobre por qué aparece el asma cuando se hace ejercicio es que la mayoría de las personas en estas actividades respira por la boca. Si bien esto es perfectamente normal y permite inhalar más oxígeno, el aire no se calienta de la misma manera que cuando se respira por la nariz.

Cuando el aire pasa por la nariz puede humedecerse y calentarse, pero por la boca inhalamos aire frío y seco que es justamente el que irrita las vías inflamatorias. Por eso muchas personas experimentan los síntomas del asma en invierno o en ambientes con aire acondicionado.

Si bien en el 90% de las personas asmáticas se exacerban los síntomas cuando hacen ejercicio, las personas no asmáticas también pueden experimentar síntomas similares al asma en actividades deportivas o gimnasia. Aunque el mecanismo de acción es similar al del asma, se prefieren decir que padecen de broncoespasmo inducido por el ejercicio.

Muchos atletas de alta competencia sufren este tipo de broncoespasmo y es más frecuente en deportes en clima frío, como los que se realizan en la nieve.

Otros atletas son asmáticos pero el hecho de que compitan muestra cómo el asma no tiene por qué ser un limitante a la hora de hacer ejercicio físico si se toman los recaudos necesarios.

El asma y los beneficios del ejercicio

A cualquier edad, los pacientes asmáticos pueden hacer ejercicio y eso será bueno para su salud, incluso para reducir los síntomas del asma. Algunos de los beneficios generales son:

  • Baja el ritmo cardíaco y la presión arterial
  • Ayuda a controlar los niveles de azúcar en la sangre
  • Baja el colesterol
  • Mejora el bienestar mental
  • Fortalece huesos y músculos
  • Reduce el dolor en otras enfermedades crónicas
  • Mejora la vida sexual
  • Ayuda a dormir mejor
  • Reduce el riesgo de una gran cantidad de afecciones, desde enfermedades del corazón hasta la enfermedad de alzhéimer

En particular, los pacientes asmáticos se benefician haciendo ejercicio porque:

  • Mejora la función pulmonar, lo que ayuda a evitar la falta de aliento
  • Fortalece los músculos respiratorios
  • Ayuda a perder peso o a mantener un peso corporal saludable. Esto ayuda a reducir el riesgo de ataques de asma, que son más comunes en personas obesas y con sobrepeso
  • Mejora el sistema inmunológico, protegiendo contra la tos, los resfriados o la gripe, que pueden desencadenar ataques de asma
  • Reduce el estrés, que es otro factor desencadenante de los síntomas del asma

Cuidados al hacer ejercicio con asma

Si el asma está bien controlada, en general se puede hacer ejercicio de forma segura. La mejor forma de controlarlo es acudir al médico y tomar los medicamentos. Si no está seguro de lo que puede hacer, lo mejor es preguntarle al médico.

Estos son algunos cuidados que se deben tomar:

  • Siempre llevar el inhalador recetado para aliviar los síntomas en caso de que ocurran, así como un teléfono para comunicarse en caso de emergencia
  • Si hace ejercicio en condiciones de frío, envolver una bufanda alrededor de la boca y nariz puede ayudar a calentar el aire
  • Con preferencia, cuando hace frío realizar los ejercicios adentro
  • Hacer buenos calentamientos y elongación antes y después de hacer ejercicio, al menos 10 minutos cada uno
  • Evitar exponerse a ciertos desencadenantes durante el ejercicio. Por ejemplo, cuando hay mucho polen, o en ciertos entornos (como las piscinas, si el asma es causada por el cloro en el agua)
  • No exigirse demasiado ni tan pronto. Mejorar el estado físico gradualmente es la forma más segura de hacer ejercicio, especialmente si se está comenzando
  • Tener un plan claro sobre qué hacer si se presentan los síntomas

Gente inspiradora

Algunos atletas y deportistas muy destacados han superado el asma, inclusive cuando era inducida por el ejercicio:

Elías Figueroa:

Este ex futbolista chileno, integrante de la selección de su país y considerado el “mejor jugador chileno de todos los tiempos”, padecía de asma desde niño. Cuando era pequeño sufrió difteria por lo que tuvieron que realizarle una traqueotomía. Aparentemente después de esa cirugía tenía broncoespasmos por lo que le dijeron que no podría realizar deportes. Pero su pasión por el fútbol hizo mudar a la familia aun clima más cálido y pudo superar esta y otras afecciones (poliomielitis).

Paula Radcliffe

Paula Radcliffe es la corredora de maratón femenina más rápida de todos los tiempos, con un tiempo sensacional de 2 horas y 15 minutos cuando ganó la Maratón de Londres 2003 (42,195 km). Y lo logró a pesar de vivir con asma y anemia desde la infancia.

David Beckham

A pesar de que prefirió no hacerlo público durante gran parte de su vida, el jugador inglés David Beckham sufre de asma desde niño. Mientras jugaba en Los Ángeles, a los 34 años, fue fotografiado usando un inhalador, por lo que su representante confirmó esta condición y que no ha afectado nunca su rendimiento en su carrera en Inglaterra ni en Estados Unidos. El estricto control médico y el uso correcto de los medicamentos han sido su clave para superar el asma.

Fuentes:

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