Sabemos que la actividad física es muy recomendable para la prevención de enfermedades tan variadas como la osteoporosis, la artritis, la demencia y hasta la enfermedad de Parkinson. Pero también el ejercicio físico puede ser indicado y supervisado por un profesional de la salud como el fisioterapeuta. A este tipo de gimnasia controlada se le llama Terapia Física.
No siempre la Terapia Física está indicada para tratar lesiones, rehabilitación de cirugías o condiciones de discapacidad. La fisioterapia también está indicada para personas de todas las edades al mejorar la fuerza, el equilibrio, la forma física y la movilidad general.
Normalmente, a causa del proceso natural del envejecimiento, disminuyen la fuerza muscular, la movilidad y la capacidad de mantener el equilibrio, por lo que la fisioterapia para adultos mayores tiene una utilidad mucho más amplia que el tratamiento de lesiones circunstanciales.
¿Qué es la Terapia Física?
La Terapia Física es un tratamiento que realiza un fisioterapeuta que no es invasivo ni implica el uso de medicamentos. Un médico puede recetar terapia física para ayudar a los pacientes a restaurar la función física, aliviar el dolor y fortalecer los músculos de apoyo.
Los fisioterapeutas y kinesiólogos tienen una amplia formación en anatomía y fisiología, guían a los pacientes a través de técnicas basadas en el movimiento para ayudar a desarrollar la fuerza, recuperar el rango de movimiento y lograr otros objetivos específicos para la condición del paciente.
Al utilizar la Terapia Física se logra un mejoramiento de la calidad de vida, cuidando el bienestar físico, psicológico, emocional y social.
Para un fisioterapeuta, cada paciente es único y también lo será el tipo de Terapia Física indicada. Algunos pacientes de edad avanzada son atletas retirados, cuyas lesiones antiguas les provocan dolor a medida que sus articulaciones se ponen rígidas o necesiten recuperar un rango completo de movimiento. Otros pueden haber estado bien hasta sufrir una caída y ahora necesiten recuperar el equilibrio y la fuerza. O también algunos pacientes mayores deseen volver a arrodillarse para hacer jardinería, o están luchando contra un comienzo aterrador de parálisis.
En otras palabras, esta terapia para personas mayores es tan diversa como para cualquier otro grupo de pacientes. Pero se puede decir que algo tienen en común: desean recuperar o mantener su independencia. No es fácil aceptar un estilo de vida dependiente físicamente; la mayoría de nosotros lucharemos para mantenernos en movimiento, funcionando y viviendo bajo nuestro propio control. Los pacientes de edad avanzada buscan fisioterapia para restablecer la flexibilidad y la resistencia para las tareas cotidianas, así como para desarrollar la fuerza y la coordinación. Por lo tanto, establecer objetivos realistas para el tratamiento es importante para ayudar a los pacientes a vivir sus vidas de forma independiente.
Tipos de Terapia Física
Los fisioterapeutas utilizan dispositivos mecánicos, eléctricos o electrónicos para hacer ejercicios de estiramiento, masajes, estimulación eléctrica o hidroterapia, entre otras técnicas. Los tipos más comunes de Terapia Física son:
La terapia manual es una terapia realizada por las manos del terapeuta o kinesiólogo con el objetivo de relajar al paciente, reducir el dolor y proporcionar más flexibilidad. Puede consistir en masajes de tejidos blandos y músculos, movilización lenta para girar y estirar articulaciones o manipulación para alinear articulaciones y huesos. En todos los casos la terapia tiende a aliviar el dolor.
La terapia de frío se usa para aliviar el dolor, la hinchazón y la inflamación de afecciones como la artritis. El tratamiento consiste en bolsas de hielo (sesiones de 15 a 20 minutos), masajes con hielo y reposo, compresión y elevación.
La Terapia de Calor relaja los músculos y mejora la circulación de la sangre, que es útil para aflojar las articulaciones rígidas de la osteo artritis u otras afecciones en las que ha estado inmovilizado. El calor también se usa para relajar los músculos antes del ejercicio.
La hidroterapia usa agua para tratar enfermedades y mantener la salud, curar los tejidos blandos, aumentar el flujo sanguíneo y relajar todo el cuerpo.
La estimulación eléctrica usa corriente eléctrica para aliviar el dolor o disminuir la percepción del mismo. También para contraer músculos en pacientes después de accidentes cerebro vasculares y aquellos con artritis.
El ultrasonido utiliza ondas de sonido agudas para reducir los espasmos musculares y relajar los músculos antes y después del ejercicio.
Beneficios y utilidad de la Terapia Física:
La fisioterapia se usa ampliamente y para muchas afecciones que pueden afectar a las personas mayores. Estos son algunos de sus beneficios:
*Mejora en el equilibrio, la fuerza muscular y la resistencia, lo que resulta en una mayor destreza y movilidad;
*Disminuye el riesgo de caídas y la gravedad de las lesiones en caso de sufrirlas;
*Previene la presión arterial alta, enfermedad cardíaca, accidentes cerebro vasculares y coágulos de sangre;
para aquellos que ya sufren de hipertensión, logra una disminución en la presión arterial y la frecuencia cardíaca;
*Previene algunos cánceres y enfermedades como la diabetes;
*Mejora la fuerza articular y muscular, que es particularmente beneficiosa para las personas mayores que padecen afecciones crónicas y discapacidades;
*Logra huesos, músculos y articulaciones más saludables;
*Disminuye la hinchazón de las articulaciones, dolor causado por la artritis u otras afecciones, y algunos de los efectos de la osteoporosis;
*Aumenta la capacidad para evitar infecciones (como las que conducen a úlceras y neumonía);
*Alivio del dolor en todas las partes del cuerpo, como la rodilla, la espalda, el hombro, la muñeca;
Algunas de las afecciones más frecuentes para las que se suele indicar Terapia Física son:
Incontinencia urinaria: a medida que se envejece suele ser necesario volver a entrenar los músculos que controlan la vejiga.
Osteoporosis: para mantener la postura intacta con ejercicios específicos que giran en torno al equilibrio y la estabilidad. Los ejercicios de extensión fortalecen los músculos y permiten flexibilidad de movimiento. Los ejercicios con pesas pueden ayudar a prevenir la osteoporosis por completo.
Cáncer: la calidad de vida y la comodidad del paciente se pueden mejorar con la fisioterapia. Después de una cirugía, la hinchazón se reduce a través de la terapia de movimiento y el rango de movimiento se mejora (o posiblemente se restablece) a medida que cicatrizan.
Párkinson y alzhéimer: los movimientos robóticos incontrolables asociados con el párkinson se pueden minimizar con ejercicios de flexibilidad y un paciente de alzhéimer puede encontrar alegría al recordar los pasos de un baile, por ejemplo.
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), que causa dificultad para respirar, se trata con el entrenamiento físico que puede mejorar la dificultad para respirar al entrenar los músculos y aumentar la capacidad aeróbica.
Vértigo: para mantener el equilibrio a través del aumento de la fuerza muscular y el mejoramiento de la postura.
Condiciones inmovilizantes como esclerosis múltiple o parálisis temporal después de un ACV o lesión cerebral.
Como se puede ver, la Terapia Física puede ayudar a las personas mayores en todas las áreas de atención médica imaginables. Si su médico le ha indicado sesiones de terapia física puede contactar a un fisioterapeuta o kinesiólogo para solicitar una consulta o incluso para que el profesional lo visite a domicilio.
Fuentes: