Cualquier persona cuya salud está comprometida o debilitada, como un adulto mayor, un paciente en recuperación, frágiles o dependientes por alguna causa, corren un alto riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con las olas de calor estacionales.
Al llegar el verano en Chile, el personal dedicado a cuidar a personas vulnerables debe conocer las formar de prevenir el efecto negativo del aumento de la temperatura y la humedad, y cómo reconocer sus síntomas.
Hay personas que son aún proclives a sufrir las consecuencias en la salud de un golpe de calor, como se ve a continuación:
1. Enfermedades relacionadas con el calor: factores de riesgo
Las condiciones que pueden aumentar el riesgo de enfermedades con la llegada del verano son:
– La edad: los niños menores de 4 años y los adultos mayores de 65 años son los dos grupos más vulnerables.
– La obesidad: las personas con sobrepeso tienen una mayor dificultad para regular la temperatura corporal.
– Padecer enfermedades cardiovasculares, respiratorias o renales aumenta los riesgos asociados al golpe de calor. Además los medicamentos que estos pacientes toman suelen causar deshidratación.
– Otros medicamentos: los psicotrópicos y otros medicamentos que afecten la capacidad de transpirar disminuyen notablemente la defensa corporal ante el aumento de temperatura. Lo aconsejable es hablar con el médico o farmacéutico para que le informe de los efectos secundarios de cualquier medicamento. Los que presentan más riesgo de producir deshidratación son los ansiolíticos, sedantes o antialérgicos como el Benadryl y el litio. Este último es recetado para la depresión, y su consumo con alcohol puede ser causa de rápida deshidratación y shock por calor.
– El alcohol: cualquier persona aumenta el riesgo de muerte súbita si hay una ola de calor y está alcoholizada.
– Exposición excesiva al calor al aire libre.
– Poca ingesta de líquidos.
– Falta de aire acondicionado o sistemas de ventilación.
– Problemas de comunicación: los adultos mayores y también otras personas que no puedan escuchar o entender las advertencias trasmitidas por radio o televisión acerca de prevenir los golpes de calor corren un mayor riesgo.
2. Prevención y atención temprana:
Las decisiones tomadas cuando se tiene a cargo una persona con síntomas de shock por calor puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte si no se toman a tiempo.
Estas medidas ayudan a disminuir el riesgo de enfermedades relacionadas con el calor y sus graves consecuencias:
– Mantenga la circulación de aire en la habitación o domicilio, y si es posible instale un aire acondicionado. Aunque lo encienda por pocas horas, disminuye notablemente el riesgo del golpe de calor. Si esto no es posible, considere visitar por unas horas un centro comercial, biblioteca, café o cine que esté climatizado.
– Evite que el ventilador envíe el aire directamente a la persona: si la temperatura ambiental es mayor a 34 grados, y la humedad mayor a 35%, los ventiladores en realidad aumentan el riesgo de enfermedades producidas por el calor. Si el ventilador es lo único que tiene para refrescar el ambiente, úselo lejos del paciente, o en el techo.
– Verifique cada hora de alta temperatura si hay síntomas de deshidratación, que se describen en el próximo apartado.
– Coloque cortinas o sombrillas protectoras.
– Elimine las actividades al aire libre entre las 10.00 h de la mañana y las 16.00 h de la tarde, y aun así más tarde manténgalas al mínimo hasta que refresque.
– Informe a la persona que cuida o ayúdela a vestirse con ropas adecuadas: colores claros, telas livianas y que dejen pasar el aire, como las de algodón o fibras naturales en general. Si la persona está en cama, deje una sola sábana del mismo material.
– Refresque con baños frecuentes, almohadillas heladas en la frente o los pies. Colocar las manos o muñecas en agua fría previene el shock de calor.
– Anime a la ingesta de líquidos en cantidad extra, incluyendo jugos de frutas.
– Monitoree los niveles de orina e informe al médico si hay modificación importante.
3. Cómo reconocer los síntomas de enfermedades relacionadas al calor:
Hay dos condiciones que requieren atención médica inmediata y que presentan diferentes síntomas.
DESHIDRATACIÓN | GOLPE DE CALOR |
I. Causa. Agotamiento de fluidos corporales y electrolitos debido a la exposición al calor intenso o la incapacidad para aclimatarse al calor, lo que resulta en traspiración prolongada o severa. Puede progresar a golpe de calor. — |
I. Causa. Falla del mecanismo de regulación de temperatura del cuerpo debido a la exposición prolongada a altas temperaturas. — |
II. Inicio. Puede desarrollarse lentamente después de la exposición al calor durante varios días y el reemplazo inadecuado o desequilibrado de líquidos y electrolitos. — |
II. Inicio. Puede desarrollarse rápidamente (en minutos). — |
III. Similitudes
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III. Similitudes
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IV. Diferencias
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IV. Diferencias
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V. Cómo actuar: reponga líquidos, refresque al paciente, afloje la ropa ajustada, ponga en posición recostada, el ambiente fresco y sombreado, eleve las piernas, lleve al establecimiento médico para el seguimiento. | V. Cómo actuar: llame a emergencias médicas inmediatamente; dé a beber agua fría, coloque esponjas con agua fría sobre la piel , verifique o mantenga al paciente alerta; reduzca la temperatura del cuerpo a 39° C tan rápido como sea posible. Transporte a la persona al centro médico para estabilización de temperatura y prevención / tratamiento de complicaciones. |
Referencias:
-Weather Forecast Office, 2017: “Summer Weather Safety, Survival and Preparedness”
– The journals of gerontology, 2007: “A Retrospective Study on Heat-Related Mortality in an Elderly Population”