La artrosis es una enfermedad degenerativa de las articulaciones, que produce el desgaste y destrucción del cartílago que recubre los huesos. Es la enfermedad reumática más frecuente, especialmente entre personas de edad avanzada.
En condiciones normales, una articulación está formada por la unión de dos huesos, que son recubiertos por un tejido elástico y resbaladizo llamado cartílago. La función es que al mover la articulación, la superficie de los huesos no se roce.
Fuente: Artritisylupus
Si tienes el cartílago dañado y los huesos se rozan con el movimiento de la articulación, se produce dolor e inflamación. Si estás padeciendo artrosis tal vez puedas observar hinchazón porque se suele inflamar la membrana sinovial que recubre toda la articulación, pero este síntoma no es tan frecuente como en la artritis.
CAUSAS DE LA ARTROSIS
La principal causa de la artrosis es el estrés mecánico sobre el cartílago de la articulación, en el que el tejido cartilaginoso no puede soportar esta tensión. Por lo tanto, la artrosis se desarrolla con frecuencia en personas que realizan el trabajo físico pesado o un uso excesivo de las articulaciones a través de movimientos repetidos, y por supuesto, en los atletas. Trabajos como permanecer tiempo prolongado en cuclillas o de rodillas también tiene un efecto adverso.
Este exceso de presión que sufre el cartílago con el paso del tiempo y que produce artrosis puede deberse a:
– Daños por una lesión.
– Desajustes de los huesos por causas congénitas (huesos deformados).
– Obesidad, por el exceso de peso continuo que soporta la articulación.
– La diabetes duplica el riesgo de padecer artrosis.
– Los desajustes hormonales en la menopausia hacen que sea más frecuente en mujeres mayores que en hombres.
– Deterioro de los ligamentos por lesiones antiguas.
– Falta de tono muscular por otra patología.
SÍNTOMAS DE LA ARTROSIS
La artrosis se produce con mayor frecuencia en las manos (en los extremos de los dedos y pulgares), la espina dorsal (cuello y espalda inferior), las rodillas y las caderas.
Fuente: NIH
Los síntomas de esta enfermedad se desarrollan muy lentamente. En las primeras etapas de la erosión del cartílago, tal vez no presentes síntomas, y además, puesto que este es un trastorno degenerativo en lugar de la condición inflamatoria de las articulaciones, puede pasar desapercibida para ti durante mucho tiempo. Una vez que los síntomas comienzan entonces empeoran gradualmente con el tiempo. Estos son algunos de los signos que puedes presentar:
–El dolor causado por la artrosis, bien localizado en la articulación afectada. Puede ser peor durante y después del movimiento. El dolor de la articulación no suele ir acompañado de inflamación, como es el caso de las enfermedades inflamatorias como la artritis.
–La rigidez de la articulación es otro síntoma común. Cuando te despiertas a la mañana sientes que no puedes mover la articulación y después de largos períodos de estar sentado. Cuando comienzas a moverte se alivia la rigidez excesiva, pero en última instancia sientes dolor. La rigidez tiende a empeorar con el tiempo que avanza la enfermedad.
– El rango de movimiento no es el mismo. Incluso aunque no tengas demasiada rigidez, puedes notar que la articulación no se abre en un ángulo tan amplio como antes.
– Un chasquido o sonido chirriante se escucha cuando mueves la articulación. Cuando la articulación está sana, el cartílago es muy suave, así que normalmente no se escucha ningún sonido al moverla. En la artrosis, el daño del cartílago hace que los huesos deban acomodarse un poco para moverse, lo que produce el chasquido.
– Espolones o acumulación de tejido duro puede ocurrir y verse o sentirse a través de la piel. Es un signo común en las rodillas y entre los dedos de manos y pies.
CLASIFICACIÓN DE LA ARTROSIS
Los médicos utilizan diversas clasificaciones para la artrosis. Utilizan criterios como el origen de la enfermedad o la articulación que afecta.
– Según el origen:
Primaria (idiopática)
Generalizada o genética
Erosiva o relacionada con la edad
Secundaria
Alteración del desarrollo
Trauma
Inflamatoria
Metabólica
Endócrina
Necrosis ósea avascular
Neuropática
Otras
– Según la localización:
De columna vertebral: de discos cervicales o lumbares.
De hombro: o articulación glenohumeral. Se suele clasificar de acuerdo al avance de la artrosis, en temprana, moderada y grave.
De rodilla o cadera: se utilizan números, donde “grado 0” indica que no hay artrosis y “grado 4” indica que hay marcada deformación de los huesos implicados.
De manos o pies: llevan el nombre de la articulación específica que está afectada, por ejemplo: “trapecioescafoidea”.
TRATAMIENTOS DE LA ATROSIS:
La modificación del estilo de vida y una dieta para bajar de peso son las primeras indicaciones que seguramente recibirás de tu médico.
Si tienes sobrepeso, bajar unos kilos hará gran diferencia en el estado de la articulación. Disminuirá el dolor, mejorará la función de la articulación y se aliviarán la rigidez y fatiga.
Modificar un estilo de vida sedentario es una de las mejores soluciones para la artrosis por desgaste, en especial para las articulaciones de la cadera y rodilla. Un ejercicio moderado como caminar, nadar, o estiramiento de las articulaciones son las indicaciones que puede darte tu médico.
Tu médico puede darte indicaciones para que concurras a fisioterapia. La aplicación de calor sobre la articulación ayuda a aliviar la rigidez y el frío combate el dolor. También puede indicarte ejercicios asistidos por el fisioterapeuta.
Medicación: tu médico puede recetarte antiinflamatorios no esteroideos (conocidos como AINE) para aliviar el dolor, o pasar a otro tipo de analgésicos si éstos no son eficaces. Recuerda que nunca debes auto medicarte ni dar medicamento a las personas a tu cargo sin consultar a tu médico, ya que esta acción puede ser mucho más peligrosa que la enfermedad misma.
Cirugía: cuando el impacto de la artrosis en la vida del paciente es significativo, las medidas anteriores no han sido efectivas y la edad del paciente lo permite, una cirugía es la opción que puede sugerirte el médico. El reemplazo de la articulación de rodilla y cadera es muy efectivo. En algunos casos se puede reemplazar sólo el cartílago dañado, pero no siempre es posible.
Referencias:
–Pontificia Universidad Católica de Chile
– Nuevos trabajos científicos sobre Artritis y Artrosis
– National Clinical Guideline Centre, UK : Cuidado y Manejo de Artrosis en adultos mayores.