Cuidarse a uno mismo mientras proporciona cuidados a los demás es un acto de equilibrio que las enfermeras soportan todos los días. Cualquier cuidador, ya sea una enfermera, un auxiliar de salud en el hogar o un miembro de la familia, se dará cuenta rápidamente de que el cuidado diario es un trabajo arduo y sin fin.
Cuando un cuidador tiene muy poco tiempo para cuidar de sí mismo física, mental o socialmente, se encuentran en alto riesgo de experimentar fatiga, depresión, ansiedad y una serie de dolencias físicas. Llamamos a esto «el agotamiento del cuidador».
Sabemos lo importante que es mantener a raya el agotamiento cuando los cuidadores son en parte (o en la totalidad) responsables de mantener a sus seres queridos seguros y saludables en el domicilio.
Te puede interesar: Consejos para planificar los cuidados de enfemería a domicilio
Por su bien, así como el bien de la persona que está cuidando, es importante relajarse.
Aquí cinco consejos para ayudarte a relajarte en los cuidados a domicilio.
1- Respirar
Puede que le sorprenda saber que el estrés constante puede conducir a hábitos de respiración poco saludables. Investigue o busque consejos sobre mini-meditaciones y ejercicios de respiración para ayudar a restaurar el sentido del equilibrio interior y claridad.
De todas formas no necesitas una instrucción especial. Incluso usando unos pocos minutos cada día para respirar profundamente le puede dar una mayor tranquilidad. Sólo hay que establecer un temporizador, cerrar los ojos y concentrarse en su respiración.
2- Coma alimentos que relajan
Se ha demostrado que la vitamina C ayuda a reducir el estrés y la presión arterial. Y, puesto que las naranjas duran mucho tiempo en el refrigerador, siempre se puede tener una a la mano. Otros alimentos para reducir el estrés incluyen la palta, nueces, salmón y harina de avena.
La gestión de su bienestar con bocadillos que apoyan la buena salud puede ayudar a suprimir la sensación de estrés y ansiedad.
3- Mueva su cuerpo
Todos sabemos que la manera más rápida para una vida saludable es hacer ejercicio, pero no todos los cuidadores pueden hacer a un lado una sesión de una hora de ejercicios. Lo que hay que tener en cuenta es que un riguroso entrenamiento no es la única actividad física en la que confiar para asegurar que su cuerpo esté sano. Participar en sesiones de actividad física ligera cada día puede tener efectos dramáticos, incluso si es sólo durante cinco minutos. Dese el tiempo para caminar alrededor de la cuadra, hacer algo de estiramiento y, si se siente ambicioso, incorpore algún entrenamiento de resistencia, ya sea con pesas o bandas de ejercicio.
4- Escuche música
Investigaciones muestran que escuchar 30 minutos de música, especialmente melodías clásicas, produce un efecto calmante significativo. Sólo cinco minutos de música deben ser capaces de ayudar a eliminar el estrés. Sea cual sea su género, ponga algo de música cada vez que pueda – cuando cocine, conduciendo o haciendo la limpieza de la casa – y disfrute.
5- Céntrese en la tarea que está haciendo
El cuidado no es solo un trabajo; son múltiples trabajos a lo largo de todas las horas del día. Haciendo malabarismos sobre esas tareas en su mente puede ser abrumador, incluso antes de empezar a trabajarlas.
La mejor manera de manejar esta larga lista mental es anotarla en un papel. Anote su serie de tareas pendientes y concéntrese en una tarea a la vez. Viendo como tachas cada tarea realizada durante el día le ayudará a enfocar, disminuir su estrés y le dará una mayor sensación de logro.
Relacionado: Cómo el familiar puede ayudar en los cuidados domiciliarios
Fuente: agingcare.com