Una buena nutrición es importante para las personas de todas las edades. Pero no todas las personas mayores son capaces de manejar sus necesidades nutricionales con facilidad.
Las personas con demencia pueden experimentar obstáculos mentales y físicos que interfieren con sus habilidades para comer y mantener una dieta sana. La demencia también puede hacer que sea más difícil para ellos entender o expresar lo que ha cambiado. Aquí te dejamos una guía rápida para reconocer algunos de los obstáculos potenciales para comer sano, seguido de algunos consejos sobre cómo superarlos.
Desafíos comunes para comer sano con demencia
Una serie de características comunes a las personas con demencia es que hacen que el simple acto de comer saludablemente sea desafiante.
Persona distraída y errante
Algunas personas mayores con demencia tienen poca capacidad de atención. Toman un par de bocados y luego quieren irse a otro lugar.
La música y el ruido en las comidas pueden ser muy molestos y estresantes, y puede ser que quiera levantarse para ver de dónde proviene el ruido o tratar de apagarlo.
La pérdida de las señales de hambre
Personas mayores con demencia a menudo pierden o confunden las señales de hambre. La mente ya no le dice al cuerpo que tiene hambre. Podrían ver la comida y decir: «Acabo recién de comer», a pesar de que no han comido en bastante tiempo. O puede ser que acabe de comer y quiera volver a comer.
Dificultades para reconocer los alimentos
Al comer, puede ser desafiante distinguir color, contraste, textura. Algunas personas mayores pueden no ser capaces de identificar los alimentos frente a ellos, quedando confundidos y frustrados. Si se trata de un alimento que no les gusta, puede ser que lo escupa sin siquiera decir que no le gusta.
Horarios inusuales
El desayuno convencional, almuerzo y cena a veces puede no funcionar para algunas personas mayores. Por ejemplo, si duermen o toman largas siestas por la tarde, podrían perderse las comidas regulares. Las horas de comida deben establecerse en torno a sus horarios.
La dificultad para tragar o masticar
La consistencia de los alimentos y la textura pueden realmente hacer una diferencia en los hábitos alimenticios.
Muchas personas mayores tienen dentaduras postizas que no encajan bien, o dolor dental. Los que tienen dientes perdidos pueden necesitar picados o alimentos en puré. Ir a chequeos dentales es importante para controlar la salud dental.
Los problemas para tragar deben abordarse de inmediato con un médico, quien puede hacer una derivación a un especialista para una evaluación de la deglución.
Condiciones médicas subyacentes
La pérdida de apetito y la negativa a comer o beber a menudo son los primeros signos de afecciones médicas que requieren atención. Una persona que por lo general come bien, y luego se niega a comer o beber durante más de un día o dos, puede necesitar ser visto por un médico.
En lo que usted puede hacer para ayudar
Comer es uno de los placeres de la vida, y para las personas mayores con demencia, comer debe ser una ocasión anticipada y disfrutada. Para muchos, fue un momento social en los días pasados, que implica reunirse con amigos, pasar tiempo en familia, y la celebración de días festivos. Al mantener estas tradiciones, puede utilizar los momentos felices del pasado para continuar con los buenos recuerdos y crear un espacio seguro, cómodo en el momento presente. Hay una serie de medidas específicas que puede tomar que pueden ser útiles.
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Utilice contraste de colores en la mesa
La demencia puede afectar a la percepción de profundidad, por lo que es difícil diferenciar platos y tazones en la superficie que están sentados. Utiliza diferentes colores para los platos, manteles y vasos.
Curiosamente, en un estudio reciente llevado a cabo en la Universidad de Boston, los investigadores encontraron que los pacientes que comen a partir de platos rojos consumen un 25 por ciento más alimentos que los que comían de platos de color blanco.
Hacer comidas fáciles de identificar
Prepara diferentes colores de alimentos y disponlos en un plato, de modo que sean fáciles de discernir los diferentes tipos de alimentos. A veces grandes tamaños de las porciones pueden ser intimidantes, así que empieza con un tamaño de porciones más pequeñas. A muchas personas mayores les gusta cortar la comida por sí mismos; Por lo tanto es bueno siempre preguntar sus preferencias antes de cortar el alimento para ellos, ayudándoles a ser lo más independientes posible.
Proporcionar cubiertos fáciles de usar
Puede ser difícil para una persona con demencia usar un tenedor para maniobrar la comida. Puede ser mejor proporcionar una cuchara y servir comidas en un recipiente un poco profundo para que él o ella puede recoger la comida usando su borde. Platos con separaciones en ellos, y platos soperos también son muy útiles y pueden hacer que sea más fácil de comer.
Mantén la mesa simple pero con significado
Demasiados elementos y decoraciones pueden distraer y confundir. Tener un ajuste de la tabla simple usando uno o dos artículos de decoración para que sea familiar y acogedor. Si sabes lo que suele usar para poner la mesa de comedor, replicarlo puede ayudar a inculcar una sensación de confort.
Crear un ambiente agradable
La música suave, temperatura ambiente agradable, buena compañía y conversación, y permitir un montón de tiempo para comer son claves para una experiencia agradable en el comedor.
Asegúrese de que el asiento es cómodo y que los utensilios, platos y bebidas son fácilmente accesibles. Si un cuidador suele estar presente durante las comidas, pida a él o ella que se siente y coma junto a la persona con demencia; la compañía en el comedor es agradable y nutritiva.
Aliente a comer, pero sea paciente
Describa lo que está sirviendo, y dé tiempo suficiente para procesar la información. No trate de convencer o persuadir a comer, pero dé un montón de comentarios positivos. Si es posible, siéntese delante de ellos; puede ser útil tener un modelo a seguir para guiarlos a través de la comida.
Alentar a comer snacks
Ofrece aperitivos y snacks saludables todo el tiempo, por ejemplo, jugos y galletas, rebanadas de fruta, la mitad de un sándwich, y mucha agua.
Fuente: seniorcareadvice